15 de octubre de 2008

Libertad

Que es una gran palabra y que circula un poco como la falsa moneda...

Hoy en día ha perdido mucho de su contenido. ¿A qué viene esto?...

Anoche cenamos con nuestro "hombre en Teherán" (que suena muy de peli) que vino acompañado de su padre y de su mujer.

Irán es un gran país y los iranís son buena gente y tan normales como lo podemos ser cualquiera de nosotros. Sin embargo en su país no pueden elegir su estilo de vida. Moshen y su mujer son dos enamorados de España, han estudiado en el Instituto de Empresa y tienen costumbres completamente occidentales (no he tenido ocasión de estar con ellos en Irán) pero en su país no pueden tener ese comportamiento, por lo menos en público.

Yo quiero ser libre, que nadie me diga como comportarme y qué pensar en mi fuero interno. Quiero ser yo que en un acto de libertad, de ejercicio de mi Derecho Natural del libre albedrío pueda decidir sobre mi vida.

Está claro que los límites los impone el respeto a la libertad de los demás.

En nuestro paraíso laico de libertades cada vez pasa más lo miso que en Irán. Hay una "ética oficial" una corrección política imperante y aquellos que no la seguimos, aquellos que no comulgamos con ruedas de molino somos reprendidos o, cuanto menos, mirados mal por la masa dominante.

No hay nada más bello y aterrador que la libre elección. Bello por el ejercicio de libertades que supone y aterrador por las consecuencias de una elección equivocada.

Por eso os animo a que seáis libres completamente, a que no penséis en el que dirán cuando elijáis cualquier cosa (aunque sea el primer plato de la comida) y que no dejéis que nadie os imponga cómo pensar...que aquello en lo qué creáis sea el resultado de un proceso racional de interiorizar y hacer propios unos valores, ideas y actitudes ante la vida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ojala pudieramos ser totalmente libres como tú dices K, no siempre es facil serlo, a veces las consecuencias negativas q tiene nos levan a actuar sin libertad

Anónimo dijo...

Amén