...eso es lo primero que escuchó Mr. Bicknell nada más sentarse en el despacho de su médico de confianza...la bacteria avanza y no podemos hacer nada para controlarla, es de una cepa especialmente virulenta y no sabemos, además, como llegó a su estómago...
Con esto se volvió para su casa aquella tarda en la que todo el mundo comentaba que era el fin del mundo, ponía cosas chistosas en sus perfiles de Facebook y se preparaban para navegar Nochebuena de la mejor manera posible...pero él no...
Llegó a casa, se puso una copa de aquel whisky que guardaba paras los momentos especiales, se sentó en su viejo sillón de orejas y dejó que si vista se perdiera por la ventana recordando aquellos ojos fríos que lo miraron sin expresión...igual que los de un gran tiburón a punto de enguillir a su presa...
Mientras todo el mundo seguía con la tontería de el fin del mundo el se preparó de verdad para ello, sabía que aunque el final estuviera cerca no sería fácil...la maldita bacteria aquella que ya se había comido la mitad de su estómago...
El fin del mundo pensó...para él el fin del mundo había llegado en uno de sus viajes...con aquella puta manía suya de comer como un local...sin importarle qué ni como...y confiando su salud a su teoría de que el picante lo mataba todo...o
Con ese pensamiento se marchó a dormir...en el fondo deseaba que el fin del mundo llegase esa noche...mientras dormía...porque él ya lo sabía...era un muerto viviente que vivía en su particular cuenta atrás...aunque bien pensado...por lo menos él sabía que la cuenta atrás ya había empezado...
Con esto se volvió para su casa aquella tarda en la que todo el mundo comentaba que era el fin del mundo, ponía cosas chistosas en sus perfiles de Facebook y se preparaban para navegar Nochebuena de la mejor manera posible...pero él no...
Llegó a casa, se puso una copa de aquel whisky que guardaba paras los momentos especiales, se sentó en su viejo sillón de orejas y dejó que si vista se perdiera por la ventana recordando aquellos ojos fríos que lo miraron sin expresión...igual que los de un gran tiburón a punto de enguillir a su presa...
Mientras todo el mundo seguía con la tontería de el fin del mundo el se preparó de verdad para ello, sabía que aunque el final estuviera cerca no sería fácil...la maldita bacteria aquella que ya se había comido la mitad de su estómago...
El fin del mundo pensó...para él el fin del mundo había llegado en uno de sus viajes...con aquella puta manía suya de comer como un local...sin importarle qué ni como...y confiando su salud a su teoría de que el picante lo mataba todo...o
Con ese pensamiento se marchó a dormir...en el fondo deseaba que el fin del mundo llegase esa noche...mientras dormía...porque él ya lo sabía...era un muerto viviente que vivía en su particular cuenta atrás...aunque bien pensado...por lo menos él sabía que la cuenta atrás ya había empezado...
1 comentario:
Que alentador
Publicar un comentario