Nunca lo superaste, ¿verdad?...esta pregunta, hecha con un tono a mitad de camino entre la compasión y el desprecio, resonó en aquella vieja comisaría de la policía local de aquel pueblo perdido...
Iba dirigida a la sombra de quien había sido un gran hombre...ahora reducido a un balbuceante ser a mitad de camino entre un hombre y una alimaña del campo...
Él era feliz, lo tenía todo...una mujer inteligente y distinguida que lo adoraba, unos hijos que no hacían más que darle satisfacciones y un trabajo en el que era reconocido como una de las primeras figuras en todo el mundo...sin embargo todo se vino abajo el día aquel...ese día en el que no tendría que haber ido a trabajar a pesar de ser festivo...pero siempre le pudo su sentido del deber y la responsabilidad de sacar aquello adelante...de evitar que todo se fuera al garete y todos los que dependían de su trabajo quedasen en la más absoluta miseria.
Como tantos otros sábados iba camino de su lujosa oficina en su pequeño utilitario...tenía más coches, pero le gustaba conducir aquella reliquia de sus años universitarios, le mantenía pegado a la realidad y le protegía de los cantos de sirena y del oropoel que le rodeaban en su día a día...
Mientras recorría aquel camino de nuevo iba pensando en sus inminentes vacaciones...merecidas y anheladas después de un año de grandes tensiones...iba tan absorto en aquello que le ocupaba que no fue hasta pasado un rato que no se dio cuenta de lo que sucedía en el coche de al lado...la pareja que lo ocupaba discutía a gritos...él no veía la cara de ella, tapada por el conductor del coche vecino...hasta que después de que sonase un estallido este abandonase el coche a la carrera...y entonces la vió...con una mancha oscura que crecía por momentos en el estómago...vio su cara, sus ojos llenos de terror y sorpresa al verle mirarla...él se bajó de su coche, la recogió en sus brazos y después de sentarla en el asiento del conductor de su coche le preguntó, ¿por qué lo has hecho?, ¿en qué he fallado?, pensé que tenías todo lo que querías...no hice otra cosa que trabajar para dártelo todo...
Ella, notando como el frío y la oscuridad la penetraban no pudo más que contestar...me faltabas tú...que es lo único que necesitaba...con esto expiró...
Cuando los noticieros dejaron de lado aquella historia él dejó a sus hijos con los padres de ella y simplemente desapareció...de nuevo su historia ocupó titulares y tiempo en los talk shows...se barajaron miles de hipótesis sobre su paradero...incluso alguien afirmó haberle visto en Brasil...
Nada de lo anterior era cierto, sin ir más lejos desapareció en los montes de su niñez, en aquellos donde tantas veces había jugado a la guerra y que tan bien conocía...hasta aquel día que lo sorprendieron rebuscando entre los desperdicios de la casa rural aquella de la que se alimentaba como un animal herido...
Lo demás ya lo supondréis...pero él no consiguió volver a ser humano...le faltaba lo más importante, lo que más paz le dio nunca y lo que más quiso...en cuanto pudo volvió a desaparecer en el bosque y nunca más nadie supo de él...
P.D Inspirado en los relatos de Queca, para ver si se anima y vuelve a escribirnos.
Iba dirigida a la sombra de quien había sido un gran hombre...ahora reducido a un balbuceante ser a mitad de camino entre un hombre y una alimaña del campo...
Él era feliz, lo tenía todo...una mujer inteligente y distinguida que lo adoraba, unos hijos que no hacían más que darle satisfacciones y un trabajo en el que era reconocido como una de las primeras figuras en todo el mundo...sin embargo todo se vino abajo el día aquel...ese día en el que no tendría que haber ido a trabajar a pesar de ser festivo...pero siempre le pudo su sentido del deber y la responsabilidad de sacar aquello adelante...de evitar que todo se fuera al garete y todos los que dependían de su trabajo quedasen en la más absoluta miseria.
Como tantos otros sábados iba camino de su lujosa oficina en su pequeño utilitario...tenía más coches, pero le gustaba conducir aquella reliquia de sus años universitarios, le mantenía pegado a la realidad y le protegía de los cantos de sirena y del oropoel que le rodeaban en su día a día...
Mientras recorría aquel camino de nuevo iba pensando en sus inminentes vacaciones...merecidas y anheladas después de un año de grandes tensiones...iba tan absorto en aquello que le ocupaba que no fue hasta pasado un rato que no se dio cuenta de lo que sucedía en el coche de al lado...la pareja que lo ocupaba discutía a gritos...él no veía la cara de ella, tapada por el conductor del coche vecino...hasta que después de que sonase un estallido este abandonase el coche a la carrera...y entonces la vió...con una mancha oscura que crecía por momentos en el estómago...vio su cara, sus ojos llenos de terror y sorpresa al verle mirarla...él se bajó de su coche, la recogió en sus brazos y después de sentarla en el asiento del conductor de su coche le preguntó, ¿por qué lo has hecho?, ¿en qué he fallado?, pensé que tenías todo lo que querías...no hice otra cosa que trabajar para dártelo todo...
Ella, notando como el frío y la oscuridad la penetraban no pudo más que contestar...me faltabas tú...que es lo único que necesitaba...con esto expiró...
Cuando los noticieros dejaron de lado aquella historia él dejó a sus hijos con los padres de ella y simplemente desapareció...de nuevo su historia ocupó titulares y tiempo en los talk shows...se barajaron miles de hipótesis sobre su paradero...incluso alguien afirmó haberle visto en Brasil...
Nada de lo anterior era cierto, sin ir más lejos desapareció en los montes de su niñez, en aquellos donde tantas veces había jugado a la guerra y que tan bien conocía...hasta aquel día que lo sorprendieron rebuscando entre los desperdicios de la casa rural aquella de la que se alimentaba como un animal herido...
Lo demás ya lo supondréis...pero él no consiguió volver a ser humano...le faltaba lo más importante, lo que más paz le dio nunca y lo que más quiso...en cuanto pudo volvió a desaparecer en el bosque y nunca más nadie supo de él...
P.D Inspirado en los relatos de Queca, para ver si se anima y vuelve a escribirnos.
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