7 de diciembre de 2010

Frankenstein…

El mito del ser perfecto, el tomar partes distintas para que la suma sea mayor (y mejor) que sus partes, el viejo tópico…

Cada persona que vamos conociendo tiene cosas que nos gusan más y cosas que nos gustan menos…lo que importa es el global y que la balanza se incline claramente hacia el lado positivo…sobre todo cuando se trata de aquellas personas que ocupan espacios cercanos…

Pues bien, cuando las casualidades de la vida te ponen cerca a gente que van aportando aquellas cosas que se encontraban diseminadas en otras partes el “temario” es interesante y apetecible…además de llegar cuando llega dando (y tomando) aquello que es necesario (y justo) para que todo sea distinto, nuevo y mejor…y que no tiene nada que ver con un monstruo lleno de costurones…precisamente.

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