Es curiosa mi relación con el AVE…en los numerosísimos viajes he sentido casi todas las emociones que se pueden sentir…
Ilusión, alegría, miedo, pena, cansancio, actividad, ganas…
He hecho algunos viajes acompañado, en otros me he encontrado gente…casi todos en solitario lo que me ha permitido descansar, leer, mirar el paisaje, dormir, escuchar música, escribir, preparar casos…
El AVE, además, lo asocio invariablemente a la línea Madrid – Sevilla…he montado también en el de Málaga y el de Barcelona…pero de manera tan esporádica que no puntúan en esta ecuación…
Estas semanas en los finales del estío (gracias a Dios no hay ninguna Niña Chole por ahí…) en las que el AVE vuelve a ser una constante en mi vida vuelvo a sentir de nuevo todas esas emociones…o casi todas…
Sin embargo la que más me acompaña en esas horas es la incertidumbre…incertidumbre por lo que nos deparará el futuro, por los meses venideros y por el camino a recorrer…de nuevo dando lo mejor de mi, de nuevo demostrando muchas coas…pero de nuevo (una vez más) siendo mi soporte, sustento y apoyo…porque ya he podido alguna vez…y no veo por qué no voy a poder de nuevo…y porque si yo no puedo…no se puede…
2 comentarios:
Sin dejar de ser uno mismo..es como podemos seguir sintiendo plenamente esas emociones... Sin miedo al camino por recorrer...porque en nosotros mismos encontraremos las respuestas... ;-) S.G.
Pues te hago una recomendación, para poder pasar esos momentos de recogimiento más comodamente, cuando compres los billetes, pide siempre la última fila del vagón, que suele dar bastante más espacio para las piernas.
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