11 de mayo de 2012

Dejarse llevar

El otro día estuve gracias a la Funación Unión Fenosa Gas, gracias a Jesús y María Jose por la invitación...con clientes así da gusto, en un concierto en el Instituto Italiano de Cultura.

El programa muy chulo, sexteto de cuerda y a pesar de que no soy excesivamente melómano lo disfruté bastante...mmm...la cuerda es interesante...como con un mismo instrumento puedes transmitir emociones tan distantes entre sí...

Incidentes aparte (hacía tanto calor al estar la calefacción puesta que una señora se desamayó durante el cóctel previo), una experiencia realmente agradable y divertida...

Me llamó especialmente la atención la capacidad de algunos de los músicos de inhibirse de todo lo que les rodeaba y de sentir (o por lo menos lo parecía) la música que interpretaban de una manera bastante intensa...la música tiene algo de eso...que es capaz de llevarte a sitios, traerte olores o hacer que sensaciones varias atraviesen tu cuerpo una tras otra...

Que bueno, pensé, el poder disfrutar algo para sentirte tan absolutamente libre como para abandonarte a las sensaciones que eso te produce independientemente de donde y con quien estás...eso, y no otra cosa, es lo que es realmente la libertad.


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