29 de marzo de 2011

De hábitos de seda y de monos frailes…

El otro día haciendo cola en un sitio de esos de ensaladas de Orense delante de mi había un grupito de niñatos y no tan niñatos de estos que por ir de traje de chaqueta a trabajar se creen destinados a grandes designios por parte del Altísimo sin dejar de ser una panda de pardillos con ínfulas que han colmado sus aspiraciones con 25 años…

Al rato llegó una de las trabajadoras del lugar…a la que solamente había visto de uniforme. En esta ocasión como venía de la calle iba con su ropa “normal”…dominicana, pelo corto, vestido, botas y tipazo…si la ves por la calle jamás pensarías que trabaja mezclando ingredientes para ensaladas…seguramente tenga otro trabajo o tenga otras aspiraciones…pero no por ello deja de atenderte con una sonrisa y amabilidad...

Lamentablemente en la sociedad en la que nos ha tocado vivir se nos encasilla y limita en función de aquella imagen que adoptamos o aquel concepto que de nosotros tengamos.

El autoconocimiento está bastante bien, lo mismo que tener objetivos en la vida pero siempre hay que hacer este análisis introspectivo desde la honestidad y la ecuanimidad puesto que, al igual que los productos que venda cualquier empresa, tu puedes buscar un posicionamiento…pero es al final el mercado quien te posiciona a ti…aunque para ello debamos disimular parte de nuestra esencia y ser algo camaleones para fundirnos en el ambiente.

Pero siempre, siempre, debemos de tener claro aquello que queremos y donde estamos para no perdernos por el camino…

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