Vuelvo a ir sobre un tema que me gusta mucho…y es el valor de lo pequeño, de lo chico frente a lo grandilocuente y magno…
Pequeñas coas, pequeños detalles que en sí no dicen mucho pero que puestos todos juntos dicen mucho…
Lo chico, en el fondo, es lo que poco a poco forma lo grande…y, lógicamente, de lo mismo que está hecho lo chico acaba hecho lo grande aunque a veces la impresión que nos pueda dar el todo nos oscurece la esencia de las pequeñas partes que lo componen…
Pequeños guijarros que una vez se juntan forman el camino por el que transitamos…que no tiene por qué ir a Roma o estar hecho de baldosas amarillas
Pequeñas gotas de agua que llenan la piscina…que puede estar llena de pirañas o no…
No sé por qué…pero a mitad de post se me ha venido a la cabeza la carretera que lleva al Faro de Trafalgar y su cadencia de luces por la noche…Dos luces cortas y una larga repetidas cada 15 segundos…no sé…
…Todo va un poco en función…
1 comentario:
cuando falta lo chico es complicado que esté lo grande.
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