Un paso más…

Imagina a una persona como tu y como yo…imagina que lleva tienpo vagando por la fría tundra…el viento golpea su cara, las ropas cada pesan más empapadas por un orballo que no deja caer…que lo envuelve todo, que hace que los ojos de la persona que imaginamos perciban sus alrededores como un cuadro impresionista…difuminado, borroso…

Imagina, ahora, la sensación de pesadez que atenaza sus piernas, el barro lastra sus botas, el frío hace ya tiempo que se instaló en sus pies…sigue imaginando…la persona que imaginas, la persona que visualizas siente escalofríos, sudores fríos recorren su espalda mezclándose con el frío que traspasa su ropa que parece que le roban las fuerzas a cada paso que da…

Pero la persona que imaginas, la persona que visualizas sigue caminando, sigue enfrentándose al viento, al frío, al barro…sigue en su camino…no es un camino recto porque la persona que imaginas, la persona que visualizas está cansada y le cuesta seguir la línea recta que sus ojos le marcan en ese mundo difuso…

Te preguntarás, ¿por qué no para?, ¿qué hace ahí?, ¿por qué no busca refugio?…la persona que imaginas, la persona que visualizas sabe a donde va, sabe lo que quiere y sabe que, si bien, ahora parece que no llegará allá a donde anhela ese lugar está cerca…a tan solo un paso más…ese lugar lleno de luz, de calor…en el que el viento frío se convierte en brisa que refresca las mañanas claras y luminosas del verano eterno en el que vive…por eso la persona que imaginas, la persona que visualizas sigue...un paso más, y luego otro…y luego otro más…porque dentro de su frío cuerpo su espíritu sabe que alcanzará ese lugar…un paso más, y luego otro…y luego otro más…

La persona que imaginas, la persona que visualizas…podría ser cualquiera…podrías ser tú, podría ser yo o podría ser esa persona que te mira mientras lees…o podríamos ser todos y cada uno de nosotros…