¿A vosotros no os ha pasado alguna vez que os habéis encontrado con un viejo amigo y no pudisteis sacar ningún tema de conversación?. Pues a mi me pasó eso el sábado pero al revés.
Después de muchos años nos volvimos a juntar todos los amigos de "La Hermandad de las 7". Para pertenecer a ella había que jugar con nostros al football y salir de juerga hasta desayunar a esa hora en un bonito bar de taxistas en el barrio de Malasaña.
El motivo de tal reunión fué la boda de uno de nostros. Estuvimos todos menos uno, que no pudo venir al estar fuera de viaje, y fué breve pero intenso. Anéctodas, risas, gritos...uno de los momentos más divertidos fué cuando la madre de el novio, nuestra querida Señora Concha, contó cuando uno de nosotros, cosladeño de pro, se levantó por la mañana con toda la resaca en la casa de Jacobo en Sacedón a por agua y se encontró con la Señora Concha y su hija Conchita en la cocian desayunando. Esto habría sido normal si el colega en cuestión no hubiera llevado tan solo un fardapaquete rojo...
Que tiempo aquellos de borrachera, pizza, play station y viajes en autobús...when we were kings.
K.
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