…que es algo que generalmente se hace para mal…sin embargo podemos sacar según que cosas de contexto y aplicarlas para bien.
La Fe Católica nos ha dado siempre cierto aire fatalista y de culpabilidad (la vida como valle de lágrimas y casi todo es pecado) sin embargo también nos ha dado una serie de valores como el amor, el respeto al prójimo, la caridad y otra serie de virtudes…
Me gustaría mezclar en este caso pasajes de la oración de confesión general que repetimos en Misa con el concepto “amor”.
De pensamiento: esta bien pensar que queremos a alguien y de la manera en la que queremos.
De palabra: además de pensar las cosas hay que compartirlas…y el primer paso es decirlas…
De obra: ya lo dice el dicho…obras son amores…y nada mejor que acompañar pensamientos y palabras con obras y demostraciones…
De omisión: esto quizá es lo más complicado porque generalmente las tres primeras “fases” las hacemos de manera irracional e intuitiva y es en esta última cuando la Razón y la voluntad humana deben entrar en juego…porque hay veces que es necesario dejar de hacer aquellas cosas que a la persona a quien queremos y nos corresponda en ello puedan hacerlas daño o no tener cabida en un proyecto.
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