15 de noviembre de 2011

Tribunal de cuentas...

Había una vez un tribunal de cuentas...era un tribunal que se sentaba en su alto estrado...un tribunal con cierto toque fariseico...

Los magistrados del tribunal actuaban bien como órgano colegiado bien de manera independiente...pero nunca dejaban de juzga...

El tribunal juzgaba en base a su Código..y el Código era como los cuadros de Harry Poter...iba cambiando en función de la historia...en función de como marcha el entorno...

Los magistrados del tribunal siempre se veían en la obligación de dictar sentencia...en cualquier lugar y momento de manera cruel y despiadada sin que importase el como y el cuando...

Lo que olvidaron los magistrados del tribunal es que aquí absolutamente nadie está libre de error...nadie es ifnlable y muchas veces los juicios que los magistrados del tribunal emitían eran un reflejo fiel de sus miserias morales ,de sus cortedades y  de su pobreza de espíritu...

Dicho todo esto...todos hemos sido jueces y reos...ya lo decía la Biblia...no juzguéis no seréis juzgados...está todo inventado...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Comenzando por tu frase final….
Si, es muy cierto lo que dices, nadie está libre de error, nadie es infalible, ni siquiera las fórmulas matemáticas mas complicadas lo son.... Otrosí digo, aunque pese, que en términos generales y erróneamente, solemos juzgar por los ojos, por la apariencia de una persona, un trabajo, un escrito, un momento.. y no por la inteligencia..., aptitudes..., actitudes, esfuerzos, conocimientos. Por que? fácil respuesta, todos podemos ver, pocos nos molestamos en comprender.

Kike, el Tribunal de Cuentas, está para lo que está, independientemente de cómo nosotros mismos juzgamos lo que están juzgando o nos sentimos en el momento de ser juzgados. El inconveniente se produce en el momento en el que alguien ( ) se atribuye la responsabilidad de juzgar, fiscalizar,…etc., cuando no es en absoluto de su competencia y sí, por así de decirlo y continuando con la misma jerga utilizada en esta entrada, de las "Cortes Generales" que, entiendo, será quien sí tenga la responsabilidad de fiscalizar al propio fiscal…me explico? todo esto, es de dificil conclusión y no hará, posiblemente que te puedas sentir mejor, por que…quien "juzga" al que previamente lo ha hecho? Quien juzga al que juzga el trabajo de los demás? Y quien juzga (para entendernos) a las mismisimas Cortes? Donde está el tope…? Cual es el techo de toda ésta (en ocasiones) absurda cadena?

En todo caso, es licito estremecerse cuando desde la distancia y practicamente a diario, en las noticias, en la oficina, con trabajos que nos han llevado la vida, el tiempo, las ganas y el conocimiento, observamos, como a la hora de dictar sentencias y/o establecer juicios, ciertos órganos, olvidan la caridad, el esfuerzo y esto, en mi opinión, no tendría que producirse jamás. Aún hablando de la sentencia más dura, ésa, no es la forma correcta de juzgar, de hecho, ahí radica la verdadera pobreza de espiritu.

Sin embargo, es también muy cierto, que el hombre se descubre a si mismo, sus valores, fortalezas, etc, cuando se mide con un obstáculo.