6 de marzo de 2008

Alguien podría pensar...

Entre la tertulia de ayer en Onda Cero, más concretamente en el programa de Carlos Herrera, sobre los colegios religiosos y laicos durante el franquismo y la Transición y la noticia de que el TSJ de Andalucía ha dictado una sentencia reconociendo el derecho a la objeción de conciencia de unos padres para que sus hijos no estudien Educación para la Ciudadanía se me han ocurrido las siguientes reflexiones/experiencias.

El derecho a la objeción de conciencia se veía súper guay cuando se alegaba para no hacer la mili, y esto es algo muy respetable (yo no hice la mili por gordito).

Ahora cuando se intenta ejercer ese derecho frente a una asignatura que puede ir en contra de las creencias religiosas y morales de una persona, que invade la esfera íntima de cada uno, salta el Ministro Bermejo (que tiene la misma voz que la Vicepresidenta) diciendo que eso no se puede permitir y salta el Jamonlari Chaves (el de aquí no el de los batallones) diciendo que alguien podría llegar a pensar que...vamos...que el no ha pensado nada...

Curiosamente, y esto es tan solo un ejemplo personal, yo estudié EGB y BUP en un colegio privado laico de Madrid, Los Robles, en el que más de un profesor nos dio alguna arenga política que otra  como por ejemplo comparando los actos de AP y del PSOE"yo cuando voy a los mítines de unos vuelvo con la cabeza y el estómago vacíos pero cuando voy a los mítines de otros vuelvo con el estómago lleno y la cabeza llena de ideas" textual...me acuerdo cómo si fuera hoy. Otra anécdota significativa fue la renuncia de la profesora de historia a darnos el tema del libro de sociales de 7º que hablaba sobre el Cristianismo y sobre Jesús de Nazaret...!!!cómo si no tuviera importancia en la historia de la humanidad!!!. Bien es cierto que había clase de Religión y catequesis para la primera comunión.

La carrera la hice en otro centro privado aunque todavía adscrito a la Complutense. Este católico, el CEU San Pablo, y fundado por la Asociación Católica de Propagandistas, en donde jamás en la vida se hizo un comentario sobre religión, laicismo, catolocismo y demás. Había clase de teología hasta tercero...pero aunque la vendían como obligatoria yo creo que asistí a dos clases...y no hice ningún examen.

El Máster en Relaciones Internacionales que tengo lo hice en un centro súper progresista y súper guay en el que no hacían más que meterse con la Iglesia Católica y que, según que clases, se llegó a justificar a las FARC. El sito era la Fundación Ortega y Gasset.

Ahora, que todos lo sabéis porque soy monotema, estoy haciendo el MBA en San Telmo, institución vinculada al IESE y por tanto a la Universidad de Navarra y a la Obra. Y, a pesar de lo que se pueda pensar, el respeto por la esfera íntima de la persona es exquisito.

Toda esta parrafada es simplemente para poner un ejemplo de que no siempre lo progre es lo que más respeta la esfera íntima y las libertades de los demás...

 

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