En Madrid voy a uno de los mejores gimnasios del a ciudad y en el que, salvo algunas excepciones, hay bastante buen ambiente y gente educada.
Sin embargo me he dado cuenta estos últimos días que hay más de un torpe por ahí suelto que se pensará que cuanto más ocupe y más se estorbe a los demás más pijo se es…
Ayer cuando salía de la ducha (señoras cierren sus ojos por favor, que estoy mega bueno) me encuentro con un montón de ropa sucia y toallas mojadas justo delante de mi taquilla…y nadie en la zona esa del vestuario…hasta que llega un señor que me mira, mira la ropa y no dice nada…le pregunto si es suya…me dice que sí…que vaya casualidad que es la ley de murphy porque ha llegado justo la persona que tenía esa taquilla (la que sepultaba su montón de ropa) y no la persona de ninguna de las taquillas contiguas…claro…la tentación de decirle que la ley de murphy no aplica si no lo dejas todo tirado está ahí…pero no es plan de quedar como un borde en el gym…o por lo menos just yet.
Otro personaje curioso lo sufrí anoche cenando en una terraza de Madrid…jovencito pijolas, con su flequillito y su camisa por fuera…cenando con una guiri que la pobre pretendía hablar en castellano y practicar…y el tío venga a contar movidas en plan “when I was in Florida I tried to speak English but everybody kept talking to me in Spanish” luego el tío diciendo que su inglés era “awsome” (oh my God!) y que “I love my English”…y ya claro…la traca final fue cuando empezó a hablar de Barcelona y sus montañas…en fin…que la gente cada vez está peor…y como decía “El Gallo”: Hay gente pa tó…
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