FauNAC

 

Este fin de semana he fallado en mi peregrinaje semanal a Los Caños. Tenía cena, visita de Antonio y la Bele y comida ayer domingo...así que no tenía fuerzas para conducir hasta allí, enfrentarme al temporal y todo para no montar a caballo.

Como el sábado por la tarde no tenía mucho plan me acerqué a la FNAC de Sevilla puesto que entre que llovía, no tenía ningún libro para leer y tampoco tenía mucho plan no estaba aburrido en casa...

Vamos mejorando y no compro por comprar...estuve a punto de pillarme la continuación de El Padrino o alguna peli antigua de James Bond pero pasé.

A lo que iba, que me voy por la tangente. El ambiente, la Faunac, del lugar eran de lo más curioso...no había nadie normal. Barbitas, progres, pañuelos palestinos...curiosamente la sección más popular era la de comics, manga, libros de hadas y la isla con la recopilación de la Hora Chanante. Por supuesto que muchos me miraban como si yo fuera un marciano...total por ir con un Barbour, pantalones y zapatos...Jamás podrían imaginar que leo El Jueves, me encanta algunos grupos iconos para ellos pero, sin embargo, tengo una forma de ver la vida completamente opuesta.

Lo que quiero decir es que muchas veces somos demasiado borregos en nuestros gustos...nos dejamos influir (influenciar es un anglicismo que no existe) por nuestro entorno o por lo que pensamos que nuestro entorno espera de nosotros y nuestra necesidad de encajar en un grupo determinado.

Que fácil y bonito sería todo si nos diéramos cuenta de lo maravillosa que es la singularidad humana...que cuanto más aportemos a la sociedad mejores seremos y mejores haremos a los que nos rodean.