12 de mayo de 2009

Como Dios manda...

Vivimos en una época en la que parece que hay que encajar y hay que ser uno más de tu grupo...de tu tribu.

Yo me debato entre el sentido de pertenencia a un grupo, a una tribu, y la necesidad de trascender...de ser distinto y especial y no un número más...

Supongo que los años oscuros de mi infancia y adolescencia (no es agradable ser el gordito tartaja del cole) me han marcado en ese aspecto...en que me gusta ver que la gente me acepta, me acoge y me busca...sentirme parte de un algo. Por eso los años del fútbol americano fueron tan buenos...compartir una meta común, hacer amigos para toda la vida con los que has compartido muchas horas de entrenamiento, olimpiadas de play station y juergas por Madrid y mil sitios más...

Sin embargo yo se que tengo algo que me hace distinto, especial (lo mismo que todo el mundo) y que me diferencia de los demás. A lo mejor es la facilidad que tengo para percibir los estados de ánimo de la gente, a lo mejor es mi forma de escribir las cosas que me pasan...no lo se...pero se que tengo algo.

También quiero disfrutar de las facilidades que me da la vida...¿por qué voy a dejar de hacer cosas porque otras personas no tengan la posibilidad de hacerlas?. Cuando era pequeño casi nunca me dejaban hacer nada, cuando fuí mayor y súper gordo no las podía hacer porque o bien no cabía o bien no había manera...y eso es algo que me tengo que quitar...el verme limitado y encorsetado por tener que hacer las cosas como Dios manda, como todo el mundo...porque yo no soy todo el mundo...yo soy yo y soy especial y tengo mucha más suerte que la mayoría de las personas.

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