25 de junio de 2009

Damocles...

...más concretamente su espada, pende sobre mi.
Siempre estamos a expensas que una llamada nos cambie la vida...hay veces que para bien, otras que para mal...muchas veces tenemos motivos fundados en datos objetivos para temer/esperar esa llamada...pero es algo terrible el tener que estar a expensas de una llamada temida sin saber si la causa que hará que suene el teléfono se acercan o se alejan...pero me temo que es más lo primero que lo segundo.

Yo se que dentro de poco el teléfono sonará y todo será distinto...lo peor de todo es no saber si tardará mucho, poco o regular...y así no se puede vivir...si alguien sabe algo...que por favor me lo diga.

1 comentario:

K. dijo...

Al final el teléfono sonó...dos veces...una con lo esperado, otra con lo que esperaba sin esperar...una buena...otra triste...