Otro fin de semana aprendiendo cosas...otro fin de semana intenso en lo emocional.
Este fin de semana he aprendido a aceptar a los seres queridos tal cual son, con sus defectos, virtudes y cosillas conductuales que pueden hacer que la relación con las personas queridas sea más difícil de lo normal pero a sentir algo que no había sentido nunca...llevo desde el sábado dándole vueltas a cómo nombrar a ese sentimiento...pena (ni de coña), compasión (tampoco), amor (sí, pero algo más)...y el resultado es amor y comprensión con unas grandes dosis de ternura.
He aprendido, o he terminado de apreciar, lo que es la adoración por la persona querida (amor, comprensión y ternura...esa es la fórmula), el dolor y la entereza, la serenidad abosulta y la valentía frente a lo irreparable.
El precio a pagar por esta nueva sensación, esta que lleva conmigo ya 10 días, es demasiado alto...pero mi consuelo y esperanza es que por fin ha llegado cuando pensaba que no la iba a encontrar y que sienta la base más necesaria para mi felicidad futura.
Te quiero Mami.
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