Todos las tenemos…es algo común a todos…si miráis en lo más escondido de vuestros pensamientos (o en la misma superficie, según el caso) las encontrareis…el tema es controlarlas y usarlas a nuestra conveniencia…es decir, trabajando sobre aquello que nos las causa para evitarlas y darnos el gusto de ver como las dominamos y las dejamos atrás.
Sin embargo si no nos enfrentamos a ellas…si no nos queremos dar cuenta de que existen nos daremos de bruces contra ellas cuando nos jueguen una mala pasada…
Hay veces, ¡ay!, que el miedo a perder a la persona a quien queremos, a la persona con la que queremos pasar nuestros días nos hace cometer errores de cálculo y por acaparar y acaparar (y por creernos que lo podemos manejar y controlar todo a nuestro antojo) cometemos errores de bulto y pifias importantes…como empezar a socavar las relaciones de esa persona con su entorno…por ejemplo.
Si no se da cuenta bien…pero en el momento en el que hay una apertura de ojos…en el momento en el que las cosas se van pasando…pues la decepción es grande…y lo que has tratado de evitar…acaba pasando…
Es una lucha dura…pero para afrontarla no se olviden de supermineralizarse y supervitaminamizarse…
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