Como habéis leído he pasado dos días en Estambul y esta noche escribo desde Ankara, la capital política de Turquía y que hasta que Ataturk la eligió no era otra cosa que un pueblo en mitad de la Anatolia.
Es mi segunda vez aquí. La primera hace 3 años en una fin de semana que tuvo tela. Durante el mes de febrero. Ese fin de semana hizo un frio del carajo. 5 bajo cero a las 2 del medio día y pegando el sol. Hoy el sol pega...pero pude haber casi 50 grados de diferencia con aquel día.
Estambul y Ankara se parecen como un huevo a una castaña.
Turquía se enfrenta el día 22 a unas polémicas elecciones anticipadas en las que se juega muchas cosas y entre ellas su futuro como un estado laico, con todas las consecuencias de cara a la UE que ello tiene, su tranquiliadad interna y su estabilidad económica.
Yo quiero que pierda el AK Parti, islamista "moderado" que está en el gobierno ahora. Quiero que gane un partido laíco, republicano y demócrata para que el flujo de inversión extranjera no pare, para que el Ejército se calle y para que Turquía siga siendo ese país lleno de contrastes y cosas distintas que lo hace tan especial.
No nos engañemos. Si gana el AK Parti y sigue con su giro hacia el Islamismo todo esta "mezcla de culturas" que tanto gusta a los profetas del buen rollito y de la Alianza de las Civilizaciones se irá al carajo...
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