Que bien que ya llegan las vacaciones. La mala suerte es que, como en Navidad, voy a estar sin mi Mini para que me lleve y me traiga y me tendré que apañar con el Smart.
No se, pero me siento un poco como Jorge el de Gran Hermano. Que me han puesto una pierna encima para que no levante cabeza.
En fin...que ya casi que huelo a playa, caballo, olas...Además con el caballito nuevo, El Fary, tengo más ilusión para ir a montar...que la yegua se me había quedado chica y encima está siempre con algo en la piel...que es muy delicadita ella.
Tres semanas en Los Caños con alguna escapadita que otra por ahí...que buena pinta...aunque seguro que me toca pringar más de una mañana delante del portátil...así por lo menos escribo...
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