El verano se acerca. Por fin ha llegado la época de los días largos, las noches cortas, el sol, el calor y la luz. Una época en la que tradicionalmente todo es alegría, todos son ganas...antes había exámenes pero esa época ya pasó y ya no hay que estudiar Derecho Procesal en Los Caños.
Este verano es distinto. Este verano hay hastío, hay desaganas, hay tristeza. Falta gente que nunca antes faltó, faltan las ganas que siempre estuvieron, falta la ilusion que, casi, siempre hubo.
Paso de todo, paso de casi todos...no aguanto a casi nadie...tan solo quiero estar solo...sin gente que me cuente cosas que no me importan, sin gente que me pide que le cuente cosas de las que no quiero hablar...quiero sumergirme en mi mundo, quiere reflexionar sobre la vida, quiero conocer gente que me aporte, gente que me ilusiones, gente que despierte mi excitación intelectual...que me vuelvan a poner los pelos de punta...la piel de gallina.
Las pequeñas ilusiones que antes ayudaban a superar el día a día cada vez me ayudan menos. Los viajes al pasado cada vez me afectan más. No quiero estar aquí, no quiero trabajar en lo mismo, me arrepiento de decisones tomadas. Me está bien empleado por mi falta de valor y cortedad de miras.
Esperemos que el tren no haya pasado.
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